El Ministerio Público realizó un contundente operativo que dejó al descubierto una estructura criminal de gran envergadura instalada al interior del recinto penitenciario Santiago 1. La investigación, que se extendió por tres años, logró determinar que al menos 42 gendarmes participaban en una red de corrupción que generó transacciones por más de $6.311 millones.
El operativo, llevado a cabo durante la madrugada del 19 de diciembre, incluyó el allanamiento de 77 viviendas y recintos penitenciarios, lo que permitió la detención de aproximadamente 50 personas. Entre los detenidos se encuentran los 42 gendarmes involucrados, así como civiles que actuaban como "manilleros" y "testaferros" para ocultar el origen ilícito de los fondos.
Según la información recabada por el Ministerio Público, la estructura criminal tenía tres niveles de operación. En el primero, los gendarmes facilitaban el ingreso de visitas indocumentadas, drogas, teléfonos y otros elementos al interior de la cárcel. En el segundo nivel, los "manilleros" -civiles ubicados en las afueras del recinto- cobraban a las personas que deseaban enviar algún elemento al interior. Finalmente, los "testaferros" o "palos blancos" prestaban sus nombres para figurar como propietarios de bienes adquiridos con los fondos obtenidos de manera ilícita.
La fiscalía cuenta con una sólida evidencia que respalda la investigación, incluyendo declaraciones de imputados colaboradores, escuchas telefónicas, registros audiovisuales y documentación bancaria que revela el flujo de los millonarios ingresos obtenidos por la red criminal.
En los próximos días, el Ministerio Público espera concretar la formalización de los imputados detenidos y solicitar la prisión preventiva, al menos para los gendarmes involucrados. Este caso representa un duro golpe contra el crimen organizado que operaba al interior de uno de los principales recintos penitenciarios del país.












