En medio de una sociedad cada vez más conectada, donde las pantallas ocupan una parte significativa de la vida cotidiana, la relación entre padres e hijos enfrenta una presión constante que exige nuevos enfoques. Según José Antonio Lozano Díez, presidente de la Junta de Gobierno de la Universidad Panamericana-IPADE, el reto no está solo en la tecnología, sino en cómo las familias logran adaptarse a este nuevo paradigma.
"Estamos viviendo en una época de hiperconectividad, donde los dispositivos digitales han pasado a formar parte integral de nuestras vidas. Si bien la tecnología ofrece innumerables beneficios, también plantea desafíos importantes para la dinámica familiar", señaló Lozano Díez.
Uno de los principales problemas que enfrentan los padres es encontrar el equilibrio adecuado entre el uso de la tecnología y el tiempo de calidad en familia. "Muchas veces, los niños y adolescentes se sienten más cómodos interactuando a través de las pantallas que en el mundo físico. Esto puede generar distanciamiento y dificultades en la comunicación", explicó el experto.
Además, la constante exposición a estímulos digitales puede afectar la capacidad de concentración y la salud mental de los más jóvenes. "Los padres deben estar atentos a señales de ansiedad, depresión o problemas de sueño que puedan estar relacionados con el uso excesivo de dispositivos", advirtió Lozano Díez.
Para hacer frente a estos desafíos, el presidente de la Junta de Gobierno de la UP-IPADE recomienda a las familias establecer pautas claras y consensuadas sobre el uso de la tecnología. "Es importante fijar límites, horarios y espacios libres de pantallas, fomentando actividades en conjunto que fortalezcan los vínculos y la comunicación", señaló.
Asimismo, Lozano Díez enfatizó la importancia de que los padres sean modelos a seguir en el uso responsable de la tecnología. "Los adultos deben dar el ejemplo, evitando el uso compulsivo de dispositivos y mostrando a los hijos cómo integrar la tecnología de manera saludable en sus vidas".
En conclusión, la hiperconectividad representa un desafío creciente para las familias, que deben encontrar formas de equilibrar los beneficios de la tecnología con la preservación de los vínculos y la salud emocional. Expertos como Lozano Díez llaman a los padres a asumir un rol proactivo en la gestión de este fenómeno, estableciendo pautas claras y siendo modelos de uso responsable.
