Bariloche, la ciudad cordillerana de la Patagonia argentina, se encuentra en un momento histórico de su perfil turístico. Luego del anuncio del primer vuelo directo de una aerolínea china a la Argentina, las autoridades locales han encendido las alarmas positivas para convertir a Bariloche en un destino obligado para este nuevo flujo de visitantes.
El intendente Walter Cortés y su asesor legal Martín Domínguez ya trabajan en una estrategia ambiciosa para posicionar a Bariloche como protagonista del turismo asiático en Argentina. Tras una reunión con el secretario de Turismo de la Nación, Daniel Scioli, el objetivo es claro: que la ciudad no quede fuera de este circuito internacional que promete un impacto económico y cultural sin precedentes.
La clave está en la infraestructura. Las obras de ampliación en el Aeropuerto Internacional Teniente Luis Candelaria permitirán recibir más vuelos internacionales y consolidar a Bariloche como puerta de entrada a la Patagonia. "El turismo asiático tiene un poder adquisitivo alto y busca experiencias únicas. Bariloche tiene todo para ofrecerlo", remarcaron desde el municipio.
Más allá de las cifras económicas, el desembarco de visitantes asiáticos también representa un desafío cultural para la ciudad. Adaptar servicios, guías y propuestas a un público con costumbres e idiomas diferentes será fundamental para aprovechar al máximo esta oportunidad.
"Si logramos captar este mercado, Bariloche se posicionará como destino internacional de primer nivel", afirmó el intendente Cortés. La ciudad se prepara así para recibir un nuevo capítulo en su historia turística, con la cordillera como escenario y el aeropuerto como puerta de entrada al mundo.












