La ciudad de Tegucigalpa, Honduras, fue escenario de una nueva jornada de tensión política este lunes, luego de que simpatizantes del partido Libertad y Refundación (Libre) realizaran tomas y bloqueos en la carretera CA-5 a la altura de la Cuesta del Durazno.
Los manifestantes, que se congregaron a llamado del coordinador general de Libre, el exmandatario Manuel Zelaya, y de la candidata Rixi Moncada, exigieron el "respeto a la voluntad del pueblo" y la anulación de las recientes elecciones generales, a las que acusan de fraudulentas.
Las protestas, que comenzaron en horas de la mañana, generaron un caos vial importante en la zona, obligando a la intervención de las fuerzas de seguridad para restablecer la circulación. Según testigos, durante el bloqueo se registraron algunos incidentes, como el atropello a un camarógrafo que cubría la manifestación y un intento de cruce de la mediana por parte de un conductor indignado, que fue agredido por los manifestantes.
Moncada, quien junto a Zelaya encabezó la convocatoria a las calles, había anunciado el sábado que Libre saldría "en poco tiempo" a protestar por lo que considera un fraude electoral. "Jamás reconoceremos las elecciones de la trampa, argucia, artificio y del engaño al pueblo hondureño", sentenció la candidata.
Las elecciones generales del pasado 30 de noviembre en Honduras han sido objeto de fuertes cuestionamientos por parte de la oposición, que denuncia irregularidades y manipulación de los resultados. Libre, el principal partido de oposición, se ha negado a aceptar los resultados y ha convocado a sus seguidores a manifestarse en las calles para exigir la anulación del proceso.
La crisis política en Honduras se profundiza así a medida que se acerca la toma de posesión del nuevo presidente, Nasry Asfura, del oficialista Partido Nacional. Los bloqueos y protestas de este lunes son apenas el último capítulo de una disputa electoral que amenaza con prolongarse en el tiempo y generar más inestabilidad en el país centroamericano.
