El Partido Republicano de José Antonio Kast se impuso este domingo 14 de diciembre en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales chilenas, devolviendo a la derecha más conservadora al Palacio de La Moneda después del gobierno de Gabriel Boric.
Según los conteos provisionales del Servicio Electoral de Chile (Servel), Kast obtuvo el 54,5% de los votos válidos, mientras que su rival, el izquierdista Gabriel Boric, del pacto Apruebo Dignidad, alcanzó el 45,5%. La participación electoral superó el 55% del padrón.
La victoria de Kast, un abogado de 55 años que se define como un "demócrata cristiano de derecha", pone fin a cuatro años de gobierno de la centroizquierda encabezada por Sebastián Piñera y abre un nuevo ciclo político en Chile, con un mandatario que promete un giro radical en la agenda económica y social.
Durante su campaña, Kast se posicionó como un férreo crítico del "modelo progresista" impulsado por Boric y prometió "restaurar el orden" en el país, endurecer la seguridad y las políticas migratorias, y revertir algunas de las reformas sociales y económicas impulsadas en los últimos años.
Su triunfo fue celebrado por líderes de la derecha latinoamericana, como Jair Bolsonaro en Brasil, y por sectores conservadores en Chile, que ven en él a un baluarte contra el "avance de la izquierda" en la región. Sin embargo, también despertó la preocupación de organizaciones de derechos humanos y de la comunidad internacional, que temen un retroceso en materia de derechos y libertades.
Ahora, Kast deberá enfrentar el desafío de gobernar un país profundamente polarizado, con una Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet y una sociedad que exige cambios profundos en materia de derechos sociales, igualdad y medio ambiente.











