El Gobierno cubano se ha enfrentado a diversos desafíos para concretar la creación de centros de atención y acogida para animales callejeros, tal como se estableció en el Decreto-Ley 31 del 2021 de Bienestar Animal. Aunque la normativa jurídica contemplaba la implementación progresiva de estos espacios, la pandemia de COVID-19, el recrudecimiento del bloqueo estadounidense y los desastres naturales han dificultado la asignación de recursos financieros y materiales necesarios.
El Decreto-Ley 31 definió tres tipos de centros: de observación, de atención y acogida, y de rescate y rehabilitación. Los primeros tienen como función la observación clínico-epidemiológica de perros y gatos durante 10 días para determinar si padecen rabia. Los segundos serían para albergar a los animales que resultaran sanos y no fueran reclamados o adoptados. Mientras que los terceros se enfocarían en la fauna silvestre rescatada de actividades ilegales.
Sin embargo, las autoridades reconocen que aún no se han podido concretar formalmente estos centros de atención y acogida, debido a las múltiples carencias, restricciones y dificultades que ha enfrentado el país en los últimos años. La pandemia, el recrudecimiento del bloqueo y los desastres naturales han obligado a priorizar la asignación de recursos hacia otras áreas, como la recuperación de viviendas afectadas.
Pese a ello, el Gobierno no ha renunciado a este objetivo y sigue trabajando en su implementación, consciente de la necesidad de atender a los animales abandonados y evitar que deambulen por las calles. Mientras tanto, algunas personas y grupos protectores han establecido refugios particulares para acoger a estos animales, lo que a su vez genera quejas de otros ciudadanos por los ruidos y olores.
Ante esta situación, las autoridades llaman a la participación y comprensión de la sociedad para encontrar soluciones que permitan una convivencia saludable entre humanos y animales, en el marco del enfoque "Una Sola Salud". Se espera que en el futuro puedan concretarse los centros de atención y acogida previstos en la normativa, como parte de los esfuerzos por mejorar el bienestar animal en el país.
