Manuel Rivera, investigador postdoctoral especializado en filosofía intercultural y comparada, enfatiza la importancia de reinterpretar el pensamiento chino clásico para abordar problemas contemporáneos como la crisis climática, la desigualdad y la relación con las minorías.
La filosofía china, con su énfasis en la correlación, la relacionalidad y el "pensar en procesos", ofrece una perspectiva novedosa frente al agotamiento de los recursos conceptuales de la tradición occidental. Autores como Fran ois Jullien, Roger Ames y Robin Wang han destacado cómo categorías como el Dao, el Yin-Yang y el De permiten repensar nociones como el ser, la naturaleza y la comunidad.
En este contexto, la visita a Chile de figuras internacionales como la profesora Robin Wang, de la Universidad Loyola Marymount, y Livia Kohn, de la Universidad de Boston, representa una oportunidad sin precedentes para que el país se integre a la discusión académica global sobre filosofía y religión china. Más allá del debate especializado, el evento busca familiarizar al público general con estos marcos conceptuales, ofreciendo un acercamiento directo a una tradición de pensamiento que suele ser percibida como exótica o distante.
"El taoísmo nos invita a abordar cualquier temática a partir de nociones que escapan a los marcos acostumbrados", señala Rivera. Lejos de proponer recetas universales, esta filosofía enfatiza la atención a los contextos específicos y la sensibilidad hacia la naturaleza que nos rodea. Así, su potencial se extiende a ámbitos tan diversos como la ecología, el arte y la convivencia social.
En ese sentido, el evento busca fortalecer los vínculos académicos y culturales entre Asia y América Latina, favoreciendo la circulación de saberes menos centrados en los cánones anglosajones y europeos. "Se trata de una instancia introductoria que puede tener reverberaciones en todos los ámbitos imaginables", afirma el investigador.










