Fallece la destacada académica e investigadora Cecilia Salazar de la Torre

La noticia del fallecimiento de Cecilia Salazar de la Torre ha dejado un profundo silencio en el mundo académico y educativo de Bolivia. Salazar, quien fuera una investigadora rigurosa y una docente brillante, dejó una huella imborrable en quienes tuvieron el privilegio de conocerla y trabajar a su lado.

Hija del destacado pensador e ideólogo Carlos Salazar Mostajo, Cecilia Salazar creció en un ambiente intelectual que la marcó profundamente. Warisata, la primera normal indígena de Bolivia, fue un proyecto que Salazar heredó y al que dedicó gran parte de su carrera, manteniendo viva la memoria de este experimento civilizatorio.

Durante décadas, Cecilia Salazar se entregó a la Universidad Mayor de San Andrés, especialmente al CIDES-UMSA, institución que ayudó a consolidar con una sensibilidad académica singular. Allí formó a generaciones de investigadores, impulsó debates sobre política educativa, estudios culturales y pensamiento crítico, logrando que cada clase fuera una conversación honesta con el país y sus fracturas.

Como directora del CIDES, Salazar defendió siempre la idea de que la universidad pública debía ser un espacio de imaginación social, no un refugio del conformismo. Quienes tuvieron la oportunidad de escucharla, destacan su inteligencia cálida, su humor sutil y su forma de poner cada concepto en su sitio, sin arrogancia.

Recientemente, Cecilia Salazar publicó la Correspondencia entre Eduardo Arze Loureiro y Carlos Salazar Mostajo, un material invaluable que ilumina una época y recupera el pulso de dos pensadores que imaginaron, desde sus propias batallas, una Bolivia distinta. Fue su manera de cerrar un círculo y devolverle al país un diálogo pendiente.

Cecilia Salazar era una intelectual imprescindible, una mujer generosa que dejó una huella silenciosa pero duradera en sus estudiantes, colegas y en todos aquellos que tuvieron la oportunidad de escuchar sus agudas interpretaciones sobre el país. Su ejemplo, de vivir la cátedra como un acto de memoria, dignidad y futuro, será recordado por generaciones.