Según datos de la Secretaría de Salud de Bahía (Sesab), más de 22 mil nuevos casos de VIH/SIDA fueron notificados entre 2019 y 2024 en el estado. Además, entre enero de 2023 y agosto de 2025 se registraron más de 11 mil nuevos diagnósticos. La mayoría de estos casos se concentran en hombres de 20 a 34 años en la capital, Salvador.
A pesar de este aumento en los diagnósticos, la mortalidad por SIDA en Bahía ha disminuido. El estado registra 10,8 muertes por cada 100 mil habitantes, una cifra que se encuentra por debajo del promedio nacional. De hecho, Brasil alcanzó en 2023 la menor tasa de mortalidad estandarizada por SIDA desde 2013, según el Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud.
Para entender esta aparente paradoja, A TARDE entrevistó a la médica infectóloga Isabella Nóbrega, experta en el tratamiento de pacientes con VIH en Bahía. Según la especialista, el aumento en los casos notificados se debe principalmente a una mayor cobertura de las pruebas de detección, lo que ha permitido diagnosticar a más personas que viven con el virus.
"Por primera vez, hubo una disminución en los casos de muerte por SIDA. Nunca habíamos estado en los niveles de hoy. Desde que se comenzó a analizar este indicador, este fue el año de mayor caída", explicó Nóbrega.
La médica atribuye esta reducción en la mortalidad a los avances en los tratamientos antirretrovirales, que hoy en día son "extremadamente eficaces" y permiten que las personas con VIH tengan una calidad de vida y una expectativa de vida prácticamente iguales a las de la población en general.
Sin embargo, Nóbrega advierte que aún hay cerca de 9 mil muertes anuales relacionadas con el SIDA en Brasil, una cifra que, si bien es menor a la de décadas pasadas, sigue siendo preocupante. Además, la especialista señala que el grupo más afectado son los jóvenes de 20 a 29 años, quienes suelen tener una "despreocupación excesiva" frente al virus.
"El joven de una forma general es un poco inconsciente. Él se expone más al riesgo en general, cree que nada le va a pasar", explicó Nóbrega.
Para combatir esta tendencia, la médica destaca la importancia de las estrategias de profilaxis, como la PrEP (profilaxis pre-exposición) y la PEP (profilaxis post-exposición), que están siendo cada vez más utilizadas en Brasil y han demostrado ser altamente efectivas en la prevención del VIH.
