Más de 1.3 millones de residentes de Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, se quedaron sin electricidad el jueves por la noche después de que fuertes vientos provocaran la caída de árboles sobre el tendido eléctrico de la metrópoli. La empresa de servicios públicos Enel informó que había restablecido los servicios a 1.2 millones de sus 2.2 millones de clientes, pero que otros 300 mil se quedaron sin luz.
Las autoridades dijeron que casi 400 vuelos fueron cancelados, principalmente en el aeropuerto local de Congonhas, pero también se vio afectado el Aeropuerto Internacional de Guarulhos, fuera de la ciudad. La alcaldía de Sao Paulo informó de 231 árboles caídos debido a los efectos de un ciclo extratropical formado en el sur de Brasil.
Enel atribuyó el problema a los vientos de aproximadamente 100 kilómetros por hora que comenzaron a azotar la metrópoli desde el miércoles. La empresa de servicios públicos afirmó que en algunas partes de la ciudad el trabajo está tardando más porque incluye la reconstrucción completa de la red eléctrica.
El alcalde Ricardo Nunes criticó duramente a Enel, calificándola de "irresponsable" y señalando que cada vez que ocurre un evento de este tipo, la ciudad se queda sin electricidad. Nunes dijo que había exigido a la compañía que pusiera más esfuerzos en solucionar los problemas.
La falta de electricidad también afectó los servicios de agua de la ciudad, ya que las bombas no estaban funcionando adecuadamente. Muchos paulistas tuvieron que acudir a centros comerciales y cafeterías para poder trabajar, y algunos pasajeros aún hacían fila en el aeropuerto de Congonhas sin saber si sus vuelos despegarían.
Enel no proporcionó un plazo para completar todas las reparaciones, y los residentes expresaron su frustración por la falta de confianza en la empresa y las autoridades locales, quienes han sido incapaces de evitar estos apagones recurrentes.
