La idea de que la fertilidad de las mujeres cae en picado a los 35 años es un mito que se ha arraigado en el imaginario estadounidense desde los años 70. Sin embargo, los datos muestran que cada vez más mujeres de 35 a 39 años e incluso mayores de 40 están dando a luz.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, aunque la tasa general de fecundidad en Estados Unidos descendió en 2024, las tasas de mujeres que dieron a luz entre los 35 y los 39 años se mantuvieron estables, y las tasas en mayores de 40 años aumentaron un 2%.
Este cambio se debe, en parte, a las tendencias económicas y sociales. Cada vez más mujeres esperan a embarazarse porque aún no pueden permitirse criar hijos, porque quieren terminar sus estudios o porque quieren encontrar a la pareja adecuada. Además, las tecnologías de reproducción asistida han ayudado a que más mujeres puedan concebir a una edad más avanzada.
"Sabemos que, por lo general, a una mujer joven le resulta más fácil embarazarse que a una mujer mayor", dice Emily Mann, socióloga de la Universidad de Carolina del Sur. "Pero eso son datos a nivel de población. No te dice necesariamente, como individuo, lo difícil o fácil que puede ser".
La edad es el principal factor que determina la infertilidad, pero la fertilidad no cae en picada de repente al cumplir 35 años. Depende de una compleja serie de factores, tanto para las mujeres como para los hombres.
Históricamente, 35 era la edad a la que los médicos determinaban que el riesgo de que una mujer tuviera un feto con una anomalía cromosómica era aproximadamente igual al riesgo de sufrir un aborto tras una amniocentesis. "Quedó como que 35 era ese número mágico", explica Francesca Duncan, profesora asociada de obstetricia y ginecología de la Universidad Northwestern.
Sin embargo, la rapidez con que se agotan los óvulos varía de una persona a otra. Las sustancias químicas del humo de los cigarros, los trastornos metabólicos como la obesidad y la diabetes, e incluso la genética pueden acelerar el ritmo al que las mujeres pierden óvulos.
Además, la calidad de los óvulos también afecta a la fertilidad. A medida que la mujer envejece, disminuye la calidad de los óvulos que le quedan.
Por otro lado, los investigadores han prestado mucha menos atención a cómo disminuye la fertilidad masculina con la edad. Pero a los hombres también les cuesta más concebir a medida que envejecen. Sus niveles de testosterona descienden y gradualmente producen espermatozoides de peor calidad.
Aunque algunos investigadores afirman que centrarse en una edad concreta puede ser engañoso, la cifra de 35 años sigue afectando a la forma en que pensamos sobre el cuidado de la fertilidad. Los médicos recomiendan que las mujeres mayores de 35 años que hayan intentado quedar embarazadas sin éxito después de seis meses busquen una evaluación de infertilidad.
Aun así, la edad de 35 años es un marcador histórico y práctico, no un límite biológico. "Me sorprende que 35 se haya mantenido así", concluye Mary Rosser, directora de Salud Integral de la Mujer del Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia.











