María Corina Machado, la influyente opositora venezolana, ha sido galardonada con el prestigioso Premio Nobel de la Paz, a pesar de vivir en la clandestinidad desde hace más de un año. Su hija Ana Corina recibió el premio en su nombre en una emotiva ceremonia en Oslo, donde Machado no pudo estar presente.
Machado, de 58 años, es una figura política polarizadora en Venezuela, adorada por sus seguidores como una "libertadora" que promete acabar con el socialismo chavista, pero odiada por el gobierno de Nicolás Maduro, que la ha inhabilitado políticamente.
Durante la campaña electoral de 2024, Machado arrasó en las primarias opositoras con más del 90% de los votos, pero su candidatura presidencial fue frustrada por una inhabilitación de 15 años impuesta por la corte suprema. Aun así, fue el alma de la campaña opositora, recorriendo el país en caravanas multitudinarias y cautivando a millones de venezolanos con su mensaje de cambio.
Machado, una ingeniera de profesión y madre de tres hijos, comenzó su carrera política en 2002 cuando creó la organización Súmate, que impulsó un referendo para revocar el mandato de Hugo Chávez. Desde entonces, se ha consolidado como la principal figura de oposición al chavismo, enfrentándose directamente a Chávez y Maduro en el Parlamento.
A pesar de la prohibición de salir del país, Machado logró viajar a Oslo para recibir el Nobel de la Paz, aunque no llegó a tiempo a la ceremonia. Su hija aseguró que "estará de vuelta a Venezuela muy pronto", lo que ha generado una enorme expectativa entre sus seguidores, que la consideran una "libertadora" y la "esperanza" de su país.
El gobierno de Maduro, por su parte, ha arremetido con fuerza contra Machado, acusándola de ser una "lacaya" de Estados Unidos y de pertenecer a la "casta maldita de los apellidos". Sin embargo, la opositora sigue siendo una figura de culto para millones de venezolanos que ven en ella la posibilidad de un cambio político en su país.
