Alfredo Díaz, exgobernador del estado Nueva Esparta, se suma a la macabra lista de los presos políticos fallecidos bajo la custodia del régimen criminal de Nicolás Maduro Moros. "Alfredito" fue un hombre leal a sus principios, consecuente y firme; tal vez alguno no pudo coincidir con él en algunos aspectos, sin embargo, eso no le restaba valor a su lucha por la democracia y la libertad de Venezuela.
Díaz fue encarcelado en 2017 por el régimen de Maduro, acusado de "traición a la patria" y "conspiración". Sus familiares y allegados denunciaron que su salud se deterioró gravemente durante su cautiverio, debido a las pésimas condiciones de reclusión y la falta de atención médica adecuada. Finalmente, Alfredo Díaz falleció este lunes 27 de marzo, convirtiéndose en una más de las víctimas de la brutal represión del gobierno venezolano.
La muerte de Alfredo Díaz se suma a la larga lista de presos políticos que han fallecido bajo custodia del régimen de Maduro. Nombres como Fernando Albán, concejal del municipio Libertador de Caracas, y el capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo, han conmocionado a la opinión pública internacional y evidenciado las violaciones sistemáticas a los derechos humanos que ocurren en Venezuela.
Organizaciones defensoras de derechos humanos, como Foro Penal y Human Rights Watch, han denunciado reiteradamente las terribles condiciones de los centros de detención en Venezuela, donde los presos políticos son sometidos a torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes. Estas prácticas han sido calificadas como crímenes de lesa humanidad por la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre Venezuela de la ONU.
La muerte de Alfredo Díaz es un duro golpe para la oposición venezolana y para todos aquellos que luchan por la recuperación de la democracia en el país. Su legado como gobernador comprometido con su pueblo y su inquebrantable defensa de los principios democráticos lo convierten en un mártir de la lucha contra la tiranía de Maduro.
Organismos internacionales y líderes políticos de todo el mundo han condenado enérgicamente este nuevo crimen del régimen venezolano. Exigen una investigación independiente y transparente sobre las circunstancias que rodearon la muerte de Díaz, así como el fin de la persecución y encarcelamiento de opositores políticos en Venezuela.
La tragedia de Alfredo Díaz es un recordatorio doloroso de la grave crisis humanitaria y de derechos humanos que atraviesa Venezuela bajo el gobierno de Nicolás Maduro. Su fallecimiento debe ser un llamado a la comunidad internacional para redoblar esfuerzos en favor de la restauración de la democracia y el Estado de Derecho en el país.












