Los ganaderos mexicanos han denunciado que las medidas adoptadas por el Gobierno tras la declaratoria de emergencia nacional por la plaga del gusano barrenador han generado una "sobrerregulación sin precedentes" que ya afecta de manera crítica a la cadena de suministro de carne en el país.
En un comunicado, la Asociación Mexicana de Engordadores de Ganado Bovino (AMEG) reconoció la gravedad de la plaga y reiteró su compromiso con la sanidad animal. Sin embargo, advirtieron que la multiplicación de retenes federales y estatales, así como los nuevos requisitos derivados de la emergencia, han producido un escenario de sobrecontrol que está paralizando el flujo habitual de ganado.
Según la AMEG, el ganado que es llevado desde estados del sur hacia los centros de engorda del norte enfrenta actualmente incrementos sustanciales en los tiempos de traslado, que han pasado de 20 a 32 horas, además de esperas superiores a 18 horas en puntos de inspección para cumplir con la aplicación obligatoria de antiparasitarios. A esto se suman retenes estatales adicionales que duplican las inspecciones federales.
La asociación denunció que esta "sobrerregulación sin precedentes" está teniendo un impacto crítico en toda la cadena de suministro de carne en México, afectando los costos, la logística, el bienestar animal y los precios al consumidor.
"Reconocemos la gravedad de la plaga y nuestro compromiso con la sanidad animal, pero las medidas adoptadas han generado un escenario de sobrecontrol que está paralizando el flujo de ganado", señaló la AMEG en su comunicado.
Los ganaderos exhortaron al Gobierno mexicano a encontrar un equilibrio entre las medidas de control y la necesidad de mantener un flujo eficiente de la cadena cárnica, a fin de evitar mayores impactos en la economía y el abastecimiento de este producto básico.
