El dólar oficial en Venezuela ha superado por primera vez la barrera de los 300 bolívares, cerrando la jornada del 2 de enero de 2026 con una cotización de 301,37 bolívares por dólar, según datos publicados por el Banco Central de Venezuela (BCV). Este salto representa un incremento de más de 470% en apenas un año, evidenciando una aceleración en la devaluación del bolívar y una creciente presión sobre los precios internos.
Durante 2025, el tipo de cambio oficial mantuvo una tendencia alcista constante, pasando de 52,57 bolívares por dólar el 2 de enero de 2025 a 301,37 bolívares el 2 de enero de 2026, un aumento de más del 20% en menos de un mes solo en diciembre.
El impacto de esta escalada se siente en todos los sectores de la economía venezolana. La inflación persistente se traduce en aumentos de precios, especialmente en productos importados y bienes básicos, mientras que los salarios, especialmente en el sector público, pierden poder adquisitivo. Además, la dolarización de facto se profundiza, con comercios y servicios adoptando cada vez más el dólar como referencia, lo que genera una dualidad monetaria en el país.
Economistas advierten que, sin un plan de estabilización macroeconómica, el bolívar seguirá perdiendo terreno frente al dólar. La falta de confianza en la moneda local, sumada a una política monetaria expansiva y una limitada oferta de divisas, alimenta la expectativa de nuevas devaluaciones en los próximos meses.
El cruce de los 300 bolívares por dólar no solo es un dato técnico, sino un reflejo del deterioro del poder de compra de los venezolanos y de los desafíos que enfrenta el país para recuperar la estabilidad económica. Expertos coinciden en que la situación requiere medidas urgentes y efectivas para frenar la espiral inflacionaria y recuperar la confianza en la moneda nacional.
