La CIA ejecutó un ataque con drones a principios de este mes contra una instalación portuaria en la costa de Venezuela, en lo que marca el primer ataque conocido de EE.UU. contra un objetivo dentro de ese país.
El ataque, cuyos detalles no se habían reportado previamente, tuvo como objetivo un muelle remoto en la costa venezolana que el Gobierno de EE.UU. creía que estaba siendo utilizado por la banda venezolana Tran de Aragua para almacenar drogas y trasladarlas a embarcaciones para su posterior envío. No había nadie presente en la instalación en el momento del ataque, por lo que no hubo víctimas.
Según las fuentes, las Fuerzas de Operaciones Especiales de EE.UU. proporcionaron apoyo de inteligencia a la operación, aunque el Comando de Operaciones Especiales de EE.UU. lo negó. El presidente Donald Trump pareció reconocer por primera vez el ataque en una entrevista la semana pasada, aunque ofreció pocos detalles.
El ataque podría escalar significativamente las tensiones entre EE.UU. y el presidente de Venezuela Nicolás Maduro, a quien EE.UU. ha estado presionando para que renuncie mediante una campaña militar agresiva. Hasta ahora, los únicos ataques conocidos de EE.UU. contra objetivos venezolanos eran contra embarcaciones sospechosas de traficar drogas en aguas internacionales.
Una de las fuentes dijo que el ataque tuvo éxito en destruir la instalación y sus embarcaciones, pero lo describió como mayormente simbólico ya que es solo una de muchas instalaciones portuarias utilizadas por los narcotraficantes que salen de Venezuela. Además, pareció atraer poca o ninguna atención, incluso dentro del país, en tiempo real.
A principios de este año, Trump amplió las facultades de la CIA para realizar operaciones en América Latina, incluso dentro de Venezuela. Sin embargo, las Fuerzas Militares de EE.UU. solo tenían la autoridad legal para efectuar ataques contra sospechosos de narcotráfico en el mar, no en tierra.
El Gobierno de Trump ha ofrecido diversas justificaciones para la campaña contra Venezuela, que ha implicado un enorme despliegue de activos militares en el Caribe. Los funcionarios han señalado la necesidad de una lucha contra el narcotráfico, pero también han dejado claro que tienen la intención de seguir atacando a presuntos traficantes de drogas utilizando un enfoque similar al que se usó para eliminar terroristas durante la guerra global contra el terrorismo.












