La escalada de violencia y extorsión que enfrentan los conductores de carga y transporte de vehículos rodados en el traslado de mercancías desde Estados Unidos hacia Guatemala ha generado un grave problema para el comercio regional. Los denunciantes señalan que los métodos de los grupos criminales incluyen secuestros, amenazas constantes y pérdidas económicas, afectando el pago de impuestos y la libre circulación de bienes.
Según relata un comerciante guatemalteco identificado como Sergio, la temporada de fin de año genera un mayor temor de agresiones debido a la alta movilidad en las rutas. Él es parte de un comercio denominado "mancuerneros", que trasladan vehículos en conjunto aprovechando la logística del transporte.
Sergio asegura que algunos puestos de control podrían estar operados por los mismos agentes que luego los asaltan, ya que cuando estos grupos están en servicio activo no ocurren incidentes. Ha presentado denuncias ante las autoridades mexicanas, pero no ha obtenido respuesta ni se han registrado capturas.
"Ya no puedo viajar porque mi nombre tiene precio", declaró el denunciante, quien afirma que los criminales lo identificaron por intentar hacer frente a las autoridades. De hecho, durante la entrevista, recibió una llamada informándole que pedían un rescate de US$1,500 por un piloto secuestrado.
La violencia del crimen organizado en territorio mexicano ha impedido que el trabajo de estos transportistas se desarrolle con normalidad. Cada kilómetro se ha vuelto un riesgo latente por los secuestros, agresiones físicas, amenazas y extorsiones, cada vez más frecuentes.
Aunque al menos cinco diputados guatemaltecos conocen del caso, la mayoría indica que, al tratarse de un problema en territorio mexicano, corresponde a esas autoridades intervenir. El denunciante lamenta que los legisladores resten importancia a las denuncias, pues los transmigrantes son una parte clave de la economía regional, generando ingresos por impuestos de hasta Q25 mil por vehículo.
Personal del Consulado Guatemalteco también ha hecho visitas a los retenes junto con el consulado salvadoreño y hondureño, pero su presencia se limitó a documentar a través de fotografías "sin una acción efectiva", según Sergio.
El comerciante pide que las autoridades intervengan y depuren a las fuerzas de seguridad mexicanas involucradas en estos hechos. El problema no solo afecta a los "mancuerneros", sino que se agudizó este 2025, año en que los transportistas y organizaciones gremiales realizaron bloqueos en carreteras mexicanas para exigir mayor seguridad por los asaltos y violencia en ruta.












