El Departamento de Estado de Estados Unidos ha emitido una alerta de seguridad máxima para los ciudadanos estadounidenses que planeen viajar a Rusia y Venezuela en 2026, advirtiendo sobre "riesgos que ponen en peligro la vida" en ambos países.
La administración de Donald Trump clasificó a Rusia y Venezuela en el nivel 4, la categoría más alta de alerta de viaje, lo que significa que el país tiene "una capacidad muy limitada o nula" para ayudar a los estadounidenses en caso de emergencia.
En el caso de Rusia, el Gobierno de Estados Unidos cita el "peligro asociado con la guerra continua" entre Moscú y Ucrania, donde se producen ataques con drones y explosiones. Además, advierte sobre el "riesgo de acoso o detención injusta por parte de funcionarios de seguridad rusos".
"Los ciudadanos estadounidenses deben abandonar Rusia de inmediato", aconseja el Departamento de Estado, señalando que, además de amenazas y vigilancia digital, existe el riesgo de detenciones injustas y sin garantía de liberación. Incluso advierten que no está permitido manifestarse o protestar, ya que podrían terminar en prisión.
Por su parte, la clasificación de Venezuela en el nivel 4 se debe a factores como "alto riesgo de detención injusta, tortura, terrorismo, secuestro, delincuencia, disturbios civiles y deficiente infraestructura sanitaria". La Casa Blanca ha recomendado "enérgicamente" a los estadounidenses y residentes permanentes legales que "salgan de inmediato" del país sudamericano.
Cabe recordar que en marzo de 2019, el Gobierno de Estados Unidos retiró al personal diplomático de la Embajada en Caracas y suspendió todos los servicios consulares hasta nuevo aviso, citando informes de tortura y tratos crueles a detenidos.
Otros factores que influyeron en la decisión de clasificar a Venezuela en el nivel 4 fueron la presencia de grupos terroristas colombianos en zonas fronterizas, así como delitos violentos, homicidios, robos a mano armada, secuestros y robos de vehículos.
La Casa Blanca asegura que Washington evalúa "diversos factores" para definir el nivel de alerta de cada destino, lo que ha llevado a recomendar encarecidamente a los ciudadanos estadounidenses que eviten viajar a Rusia y Venezuela en 2026 por los "riesgos que ponen en peligro la vida".











