El diputado libertario Cristian Labbé se encuentra en el ojo del huracán después de protagonizar un bochornoso incidente en un programa de streaming, donde profirió insultos de connotación sexual y descalificaciones políticas en un contexto distendido, con alcohol a la vista y acompañado de sus hijos.
Esta situación llevó a diputadas oficialistas a solicitar a la Comisión de Ética de la Cámara de Diputadas y Diputados que abra un procedimiento en su contra por una "grave infracción a los deberes del cargo".
En la solicitud, las parlamentarias Carmen Hertz, Lorena Pizarro, María Candelaria Acevedo y Natalia Castillo señalaron que las expresiones emitidas por Labbé en el programa "La Cofradía" constituyen un discurso de odio dirigido contra un sector determinado de la sociedad, además de ser "constitutivo de graves faltas a la dignidad y deberes de un diputado".
Durante la transmisión, el parlamentario libertario realizó una serie de comentarios que generaron amplio rechazo público, entre ellos: "Puta que es fácil ser feliz, puta que es barato ser feliz, puta que los quiero, puta que quiero al chat ¿sabís qué? Que los zurdos me la mamen al final del día nací funao y voy a morir funao".
El presidente del Partido Nacional Libertario, Johannes Kaiser, reconoció su incomodidad con parte de lo ocurrido y señaló que el tema fue conversado internamente, aunque precisó que ello no impide eventuales sanciones.
Este caso vuelve a instalar el debate sobre los límites entre lo privado y lo público en el ejercicio de cargos de representación popular, así como el estándar ético exigible a los parlamentarios, incluso cuando participan en espacios no institucionales.
La apertura de un procedimiento en la Comisión de Ética podría derivar en sanciones formales para el diputado Labbé, en un escenario donde su conducta no solo generó rechazo transversal, sino que también tensiona al propio Partido Nacional Libertario en medio de su proceso de consolidación política.












