Familiares de personas privadas de libertad en la cárcel Santo Domingo, en Ecuador, protagonizaron una protesta para exigir garantías básicas en el recinto penitenciario. Los manifestantes denunciaron fallas en el economato, carencias de alimentos, agua y medicinas, así como presuntos maltratos durante las requisas.
La preocupación de los allegados se concentra en los exteriores de la cárcel Santo Domingo, donde madres, padres y esposas piden ayuda urgente para sus familiares recluidos. Aseguran que los internos enfrentan escasez de productos esenciales y problemas de salud por la falta de atención médica adecuada.
Según los testimonios recogidos, el funcionamiento del economato es el principal foco de malestar. Los familiares denuncian que los depósitos de dinero realizados, que oscilan entre 50 y 80 dólares, no se ven reflejados en la entrega completa de los productos solicitados. En muchos casos, afirman, solo reciben artículos por un valor menor o directamente no llegan los pedidos.
"Estamos de acuerdo con las requisas, pero pedimos que no haya maltrato y que no destruyan lo poco que tienen", reclamaron algunos voceros de los manifestantes. Aseguran que durante los operativos militares se han registrado presuntos abusos, como la destrucción de pertenencias básicas como colchones, cobijas y ropa.
Otro punto crítico señalado por los familiares es la falta de atención médica adecuada para los internos. Denuncian que quienes padecen afecciones nerviosas, auditivas y de salud general no reciben consultas ni medicamentos oportunos.
La crisis del sistema penitenciario ecuatoriano es de larga data, con problemas estructurales que se han agravado en los últimos años. Ante esta situación, los familiares de los reclusos en la cárcel Santo Domingo exigen una intervención urgente de las autoridades para garantizar condiciones dignas y el respeto a los derechos de los privados de libertad.












