Al menos 13 personas fallecieron y otras 98 resultaron heridas este domingo tras el descarrilamiento de un tren de pasajeros en el sur de México. El accidente ocurrió en un puente a la salida del poblado de Nizanda, en el estado de Oaxaca, cuando la locomotora se precipitó a un barranco de aproximadamente siete metros de profundidad.
El tren formaba parte del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec y se dirigía al municipio de Matías Romero cuando se produjo el siniestro. La Secretaría de Marina de México confirmó las cifras de víctimas y señaló que las causas del descarrilamiento aún se están investigando.
Este trágico accidente pone de manifiesto los desafíos de mantener en buen estado la infraestructura ferroviaria en algunas regiones de América Latina. El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec es una importante ruta de transporte de carga y pasajeros entre los océanos Pacífico y Atlántico, por lo que el incidente tendrá un impacto significativo en la movilidad y la economía de la zona.
Las autoridades mexicanas han desplegado equipos de rescate y atención médica para atender a los heridos y determinar las causas exactas del siniestro. Familiares de las víctimas y testigos del accidente han sido entrevistados para recabar más información que permita esclarecer los hechos.
Este trágico suceso pone de manifiesto la necesidad de reforzar la seguridad y el mantenimiento de las redes ferroviarias en México y otros países de la región, con el fin de evitar que se repitan este tipo de accidentes que cobran vidas y dejan un saldo de heridos.










