El director del Servicio de Encauzamiento de Ríos (Searpi), José Antonio Riverol, informó este domingo 28 de diciembre sobre el estado crítico de las cuencas cruceñas tras las recientes lluvias. Según el último reporte hidrológico, el departamento de Santa Cruz, en Bolivia, enfrenta niveles de riesgo que oscilan entre "Pequeña Crecida" y "Grande Crecida", manteniendo en alerta a los equipos de emergencia.
Las intensas precipitaciones que han azotado a la región en las últimas semanas han provocado un aumento significativo en los niveles de los principales ríos, como el Piraí, Pirai, Yapacani y Surutú, entre otros. Esto ha generado una situación de alto riesgo para las comunidades asentadas en las zonas aledañas a estos cauces.
Riverol explicó que, si bien no se han registrado aún desbordamientos, la situación es delicada y requiere de una vigilancia constante por parte de las autoridades. "Estamos en una fase crítica, con niveles que pueden alcanzar la categoría de 'Grande Crecida' en cualquier momento. Nuestros equipos están trabajando arduamente para monitorear la evolución de los ríos y estar preparados para cualquier eventualidad", afirmó el director de Searpi.
Las fuertes lluvias han afectado a varias regiones de Bolivia en las últimas semanas, dejando un saldo de al menos 17 personas fallecidas y miles de damnificados. En el departamento de Santa Cruz, las inundaciones han provocado daños en viviendas, infraestructura vial y cultivos, lo que ha obligado a las autoridades a declarar la emergencia en algunas zonas.
Ante esta situación, el gobierno boliviano ha activado los protocolos de emergencia y ha desplegado equipos de rescate y asistencia humanitaria en las áreas más afectadas. Además, se han abierto albergues temporales para brindar refugio a las familias que han tenido que abandonar sus hogares.
Los expertos advierten que las lluvias podrían continuar en las próximas semanas, lo que mantiene en alerta a las comunidades y a las autoridades encargadas de la gestión de riesgos en el departamento de Santa Cruz. Será crucial que se mantengan los esfuerzos de monitoreo y coordinación para evitar mayores daños y garantizar la seguridad de la población.











