El Club de Futbol Monterrey informó que el futbolista Lucas Ocampos presentó una parálisis facial, por lo que será baja del equipo para la pretemporada del Clausura 2026.
Según el comunicado del conjunto regiomontano, Ocampos fue diagnosticado con parálisis facial de hemicara izquierda de probable etiología viral. Ante este diagnóstico, el jugador argentino deberá guardar reposo durante siete días, mientras el cuerpo médico evalúa diariamente su evolución clínica para determinar cuándo podrá reincorporarse a los entrenamientos grupales y recuperar su forma deportiva.
La situación médica de Ocampos tiene repercusiones directas en la preparación de Rayados Monterrey de cara a la Copa Pacífica, torneo amistoso que se disputará en Guadalajara. El delantero quedó descartado para el viaje y no será considerado para el encuentro frente a la Universidad de Guadalajara ni para los posibles compromisos ante Atlas o Chivas, en caso de avanzar en el certamen.
Además de los efectos inmediatos en la pretemporada, la recuperación de Lucas Ocampos genera incertidumbre sobre su participación en la Jornada 1 de la liga mexicana ante Toluca. El cuerpo técnico de Rayados Monterrey evaluará el estado físico del jugador a lo largo de la semana antes de tomar una decisión definitiva sobre su inclusión en el primer partido del campeonato, dado que la prioridad es preservar la salud del futbolista.
Cabe recordar que a finales de noviembre, Ocampos se fracturó la muñeca tras un accidente en un scooter eléctrico, por lo que se perdió la liguilla del Apertura 2025. Ahora, la parálisis facial lo mantendrá alejado de las canchas durante al menos una semana más, complicando aún más su preparación de cara al inicio del Clausura 2026.
Pese al contexto, la directiva del club mantiene un entorno de tranquilidad y sustenta la expectativa de que Ocampos pueda reincorporarse tan pronto como lo permita su recuperación médica. La entidad reiteró la importancia de atender la evolución del jugador y decidió priorizar en todo momento el bienestar y la integridad del futbolista por encima de cualquier urgencia deportiva.












