En un año marcado por la crisis climática, 2025 también trajo importantes logros ambientales que a menudo pasan desapercibidos. Un repaso a 6 hitos clave alcanzados este año:
La energía eólica, solar y otras fuentes renovables superaron al carbón como la principal fuente mundial de electricidad. Este crecimiento está impulsado sobre todo por la expansión masiva de las renovables en China, que también lidera las exportaciones de tecnologías limpias.
Otros países como Reino Unido también han experimentado avances notables en energías renovables, con la eólica convirtiéndose en la mayor fuente individual de electricidad. El país además avanza en el almacenamiento de energía limpia.
A nivel global, la capacidad de energía renovable está en camino de duplicarse para 2030, según la Agencia Internacional de la Energía. Esto, sumado a la caída de las emisiones de CO2 en China, indica que el uso de combustibles fósiles relacionado con la energía podría estar alcanzando su punto máximo.
Más allá del sector energético, también hubo progresos en la protección de los océanos y los bosques. Tras décadas de negociaciones, en 2025 entró en vigor un acuerdo global para destinar el 30% de las aguas internacionales a Áreas Marinas Protegidas.
En Brasil, sede de la COP30, la deforestación en la Amazonía cayó a su nivel más bajo en 11 años, mientras que a nivel mundial las tasas anuales de deforestación fueron un 38% menores en 2015-2025 en comparación a 1990-2000.
Asimismo, especies amenazadas como las tortugas verdes y los tigres experimentaron una notable recuperación, y los pueblos indígenas obtuvieron un papel más formal en la toma de decisiones globales sobre conservación.
Si bien queda mucho por hacer, estos avances silenciosos demuestran que es posible lograr resultados positivos para el clima y la naturaleza cuando se toman las acciones correctas. Un recordatorio de que, incluso en tiempos de crisis, hay motivos para el optimismo.










