En un año lleno de contrastes para los futbolistas chilenos en el extranjero, algunos de los protagonistas de la Selección Nacional lograron sobresalir en sus respectivos clubes, mientras que otros no pudieron afianzarse y tuvieron un rendimiento decepcionante.
Un caso paradigmático es el de Darío Osorio, puntero izquierdo del Midtjylland de Dinamarca, quien completó el mejor año de su carrera. Disputó 45 de los 53 partidos del equipo, jugando más del 60% de los minutos, y destacó en las categorías de goles y asistencias, con 10 en cada ítem. Esto ha despertado el interés de equipos importantes de Europa como Liverpool, Milan y Sporting.
Otro de los jugadores que tuvo una temporada sobresaliente fue Marcelino Núñez, mediocampista formado en Universidad Católica. Núñez protagonizó la transferencia más millonaria de un futbolista chileno en 2025, cuando Ipswich Town pagó más de 12 millones de dólares para sacarlo de Norwich City.
En la vereda opuesta, se encuentran casos como el de Damián Pizarro y Jean Meneses. Pizarro, exdelantero de Colo Colo, no ha podido justificar los 3,85 millones de dólares que pagó Udinese por él en 2024, y en 2025 solo alcanzó dos apariciones con los italianos, ambas desde el banco y de menos de un cuarto de hora. Por su parte, Meneses sumó apenas 220 minutos con el Vasco da Gama en el apretado calendario brasileño, lo que lo llevó a rescindir su contrato.
En general, la base de la Selección Chilena necesita con urgencia regresar a la elite del fútbol sudamericano, y algunos de sus integrantes han dado un paso adelante en sus respectivos clubes, mientras que otros aún tienen pendiente demostrar su valía en el extranjero.









