En 2004, un crimen estremecedor sacudió a la comunidad de López Mateos, en San Sebastián, Costa Rica. La historia comienza con el hallazgo del cuerpo sin vida de un hombre de 33 años, Handal, en el baño de su propia vivienda, con una herida de bala en la cabeza y un arma a su lado.
Pero lo más impactante fue que, tras la investigación, se descubrió que Handal había asesinado a su esposa embarazada, Teresa Marbel Pineda Romero, de 26 años. Según los informes, el móvil habría sido por celos y conflictos relacionados con el embarazo, ya que Handal sospechaba que el hijo que esperaba Teresa no era suyo, a pesar de que él era su única pareja.
Los vecinos recordaron a Teresa como una mujer sencilla, pero que en su silencio demostraba miedo, preocupación y angustia. Ella había sido reportada como desaparecida desde finales de octubre, y su madre, Francisca Romero, no volvió a verla desde entonces.
Tras una exhaustiva investigación, los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) lograron reconstruir los hechos. Handal habría asesinado a Teresa, ocultado partes de su cuerpo en diferentes ubicaciones y posteriormente trasladado el resto hasta el cementerio de Pacayas, en Cartago, donde lo enterró clandestinamente cerca de la fosa familiar. Días después, regresó a su casa en la López Mateos y se quitó la vida.
Las personas que conocían a Handal lo describían como una persona violenta, errática y con antecedentes psiquiátricos. Había sido internado en varias ocasiones en el Hospital Nacional Psiquiátrico y existían denuncias previas por agresiones tanto a su madre como a Teresa.
Según los vecinos, la relación entre Handal y Teresa era muy complicada. Él era celoso y no quería que nadie le hablara o viera a su esposa. Ella había intentado dejarlo en varias ocasiones, pero él la buscaba y ella volvía a confiar en él.
Aunque han pasado 21 años desde este trágico suceso, la comunidad de la López Mateos aún recuerda con dolor lo ocurrido. La madre de Teresa, Francisca Romero, sufrió enormemente al perder a su hija y a su nieto aún por nacer. Por su parte, la familia de Handal también quedó marcada por este crimen.
Lamentablemente, este tipo de casos de violencia de género y crímenes pasionales siguen repitiéndose en la sociedad. Es fundamental que se brinde el apoyo y la ayuda necesaria a las mujeres que se encuentran en situaciones de riesgo, para evitar que más vidas inocentes se pierdan.












