El conflicto armado que persiste en la región del Catatumbo, en el norte de Colombia, ha generado una nueva oleada de desplazamientos forzados hacia la ciudad fronteriza de Cúcuta, en el departamento de Norte de Santander.
Según informó el secretario de Víctimas, Paz y Posconflicto, Leandro Ugarte, desde el 22 de diciembre hasta el 24 de ese mes, se registraron 42 núcleos familiares desplazados, es decir, unas 150 personas, a quienes se les brindó ayuda humanitaria. Posteriormente, entre el 24 y el 26 de diciembre, se contabilizaron 35 nuevos grupos familiares desplazados, aproximadamente 100 personas, que también fueron atendidos conforme a la Ley 1448 de Víctimas y Restitución de Tierras.
Este no es el primer episodio de desplazamiento forzado que enfrenta Cúcuta en los últimos años. En enero de 2025, justo después del 17, la ciudad experimentó una llegada masiva de desplazados, lo que obligó a habilitar el estadio General Santander para atender a miles de personas, entre ellos muchos venezolanos que hacían vida en esas zonas.
El conflicto armado en el Catatumbo, protagonizado por grupos irregulares, no ha cesado a pesar de las festividades decembrinas, lo que ha generado un éxodo constante de población civil hacia la capital de Norte de Santander. Cúcuta, una ciudad fronteriza, se ha convertido en un punto de refugio para quienes huyen de la violencia en esta región del país.
Las autoridades han activado los protocolos de atención a la población desplazada, brindando ayuda humanitaria y garantizando los derechos de estas víctimas del conflicto, de acuerdo con lo establecido en la Ley 1448. Sin embargo, la situación de inseguridad y violencia en el Catatumbo persiste, lo que mantiene la incertidumbre sobre un posible fin a este ciclo de desplazamientos forzados.
La crisis humanitaria que enfrenta esta zona del país es un reflejo de la complejidad del conflicto armado colombiano, que sigue cobrando un alto precio en vidas y desgarrando el tejido social de las comunidades afectadas. Mientras las autoridades trabajan en la atención a los desplazados, es crucial encontrar soluciones duraderas que permitan la estabilidad y la paz en el Catatumbo.
