La filósofa y escritora Aglaya Kinzbruner comparte una profunda reflexión sobre el concepto de la transparencia y su importancia en la sociedad actual. Partiendo de un antiguo refrán español que rescata de una obra de José Saramago, Kinzbruner nos invita a repensar la forma en que entendemos y aplicamos la transparencia, especialmente en lo que respecta a las mujeres.
El refrán en cuestión reza: "A las mujeres hablarles con claridad, a los hombres con ambig edad". Kinzbruner destaca cómo este adagio refleja una realidad histórica en la que se ha esperado que las mujeres sean más transparentes y honestas, mientras que a los hombres se les ha permitido cierta opacidad y evasión.
La autora señala que esta dinámica responde a una visión patriarcal que busca mantener el control y el poder en manos masculinas. Al exigir a las mujeres una transparencia que no se aplica de la misma manera a los hombres, se les impone una carga adicional y se les niega la posibilidad de desarrollarse en igualdad de condiciones.
Kinzbruner argumenta que la transparencia debe ser un valor universal, que se aplique de manera equitativa a todas las personas, independientemente de su género. Solo así podremos avanzar hacia una sociedad más justa y democrática, donde la rendición de cuentas y la honestidad sean pilares fundamentales.
La filósofa también reflexiona sobre la importancia de la transparencia en el ámbito público y político. Considera que la opacidad y la falta de rendición de cuentas por parte de las autoridades y los líderes políticos socavan la confianza ciudadana y debilitan las instituciones democráticas.
En este sentido, Kinzbruner subraya la necesidad de que los gobernantes y las instituciones públicas adopten una actitud de mayor transparencia, que permita a la ciudadanía acceder a información relevante y ejercer un control efectivo sobre el ejercicio del poder.
La autora concluye su reflexión destacando que la transparencia no es solo un valor ético, sino también una herramienta fundamental para la construcción de una sociedad más justa, equitativa y democrática. Invita a todos los actores sociales, desde individuos hasta instituciones, a abrazar la transparencia como un principio rector en sus acciones y relaciones.












