En una sorprendente revelación, un equipo de científicos cubanos ha desvelado uno de los mayores descubrimientos paleontológicos del siglo en el país. En la cueva del Farallón, en el Valle de Viñales, provincia de Pinar del Río, se encontró el esqueleto petrificado de un ictiosaurio, un antiguo reptil marino que habitó los mares del Caribe hace aproximadamente 147 millones de años.
El hallazgo tuvo lugar en 2020, cuando unos turistas que exploraban la cueva se toparon con los restos fósiles incrustados en el techo. Tras la inspección inicial de los científicos cubanos, surgieron numerosas interrogantes sobre el origen y características de este espécimen único. ¿De qué tipo de animal se trataba? ¿Cómo había llegado a ese lugar tan remoto y peligroso? ¿Cuánta antig edad tenía?
Dos años de investigación exhaustiva permitieron a los expertos dar respuesta a todas estas preguntas. Determinaron que se trata de un ictiosaurio, un reptil marino extinto con cierto parecido a los delfines, pero con un pico más largo y dientes afilados. Específicamente, podría tratarse de un Ophthalmosaurio, una especie adaptada a nadar a gran velocidad y profundidad.
"La muestra es promovida por la Empresa de Tecnologías de la Información y Servicios Telemáticos Avanzados (Citmatel), del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente", explicó Mariana Sacker, comunicadora de la entidad.
La exhibición "Proyecto Ictiosaurio: Develando misterios del pasado", inaugurada hoy en el Museo de Historia Natural de La Habana, permite al público conocer en detalle este extraordinario descubrimiento. Además de la exposición, se ha producido un documental, un videojuego y un libro que abordan los enigmas resueltos por los científicos.
El doctor en Ciencias Geológicas Manuel Iturralde, quien lideró el equipo de investigación, destacó la importancia de este hallazgo para comprender mejor la evolución de la vida en el Caribe primitivo. "Los ictiosaurios fueron un orden extinto de saurópsidos ictiopterigios que vivieron desde el Triásico Inferior hasta el Cretácico Superior en América, Europa y Asia", recordó.
Este excepcional fósil de ictiosaurio, preservado durante casi 150 millones de años en una remota cueva cubana, representa un hito en la paleontología del país y abre nuevas perspectivas para continuar explorando los misterios del pasado geológico de la región.











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