El pasado 25 de diciembre falleció el maestro Julio Antonio García Peláez, una figura clave de la música académica en Guatemala. García Peláez, quien se destacó como flautista principal de la Orquesta Sinfónica Nacional de Guatemala (OSN) durante casi tres décadas, dejó un importante legado tanto en las aulas como en los escenarios.
Reconocido por su virtuosismo y entrega artística, García Peláez fue distinguido en 2019 con el Premio a la Trayectoria y Aportes al Desarrollo de la Música, otorgado por el Ministerio de Cultura y Deportes. Durante su carrera, ofreció numerosos conciertos como parte de la OSN y también como solista, destacándose en obras como el Concierto para flauta y arpa de Mozart.
Nacido en San Raymundo, Guatemala, el maestro García Peláez inició sus estudios musicales en solfeo y clarinete, y en 1948 ingresó al Conservatorio Nacional de Música, donde se formó como flautista. Posteriormente, obtuvo el título de flautista, el de bachiller en Arte especializado en flauta y una maestría en Arte con la misma especialización.
Antes de incorporarse a la OSN, García Peláez se desempeñó como solista de la Orquesta Sinfónica del Ejército de El Salvador y como maestro del Conservatorio de Música de ese país, donde también formó parte de un quinteto de instrumentos de viento.
A su regreso a Guatemala, se unió a la OSN como segunda flauta y más tarde como flautista solista, cargo que ocupó durante 29 años. Paralelamente, fue maestro de solfeo y flauta en el Conservatorio Nacional de Música, donde se retiró tras décadas de compartir sus conocimientos musicales.
Lester Godínez, catedrático de música en la Universidad del Valle de Guatemala, recuerda al maestro García Peláez como una persona de buen humor, carácter afable y espíritu bromista, que generaba un ambiente ameno entre los músicos, sin perder nunca la seriedad ni el compromiso musical.
En su comunicado, la OSN destacó que "el legado musical y humano del maestro García Peláez permanecerá siempre en la memoria de nuestra orquesta y del público que tuvo el privilegio de escucharlo". Sin duda, el maestro Julio Antonio García Peláez dejará una huella imborrable en la historia de la música académica guatemalteca.











