El diplomático venezolano Diego Arria rechazó las recientes declaraciones del canciller ruso, Serguéi Lavrov, quien condenó el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe bajo el argumento de que amenaza la estabilidad regional. Arria afirmó que Moscú actúa movido por intereses económicos y estratégicos ligados al régimen venezolano.
Según Arria, el respaldo de Rusia al gobierno de Nicolás Maduro está vinculado a las compras de armamento y equipamiento militar que Venezuela ha realizado durante más de dos décadas, convirtiéndose en un cliente clave de la industria militar rusa. Esto incluye la adquisición de sistemas de defensa aérea, aeronaves de combate y asesoría técnica para el mantenimiento del armamento.
Además, Arria señaló que el apoyo de Moscú también está relacionado con el bloqueo petrolero que afecta a buques utilizados para transportar crudo venezolano, muchos de ellos identificados como "tanqueros fantasmas" y sujetos a sanciones internacionales, al igual que embarcaciones involucradas en el comercio energético con Irán.
"El equipamiento de la Fuerza Armada venezolana es fundamentalmente ruso, lo que explica el apoyo político de Moscú a un régimen que representa un cliente estratégico", sostuvo Arria.
El diplomático venezolano rechazó que Rusia hable de "cambio de régimen" como una amenaza externa, y consideró que el verdadero debate es la restauración de la democracia en Venezuela. Arria calificó de "indignante" que el Kremlin invoque el derecho internacional mientras ignora sus propias violaciones, en referencia a la invasión de Ucrania, el desplazamiento forzado de población civil y el traslado ilegal de niños ucranianos.
Asimismo, Arria reprochó el silencio de Moscú frente a la crisis humanitaria venezolana, marcada por casi 9 millones de migrantes, cerca de 1.000 presos políticos y denuncias de torturas documentadas por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
En este contexto, Arria recordó que la Doctrina Monroe fue aplicada en dos ocasiones a favor de Venezuela: en 1895, cuando Estados Unidos intervino para impedir que el Reino Unido avanzara sobre el territorio de la Guayana Esequiba, y en 1903, cuando obligó a potencias europeas a levantar el bloqueo naval contra los puertos venezolanos. A su juicio, una aplicación moderna de ese principio, al que denominó "corolario Trump", podría favorecer la democratización de América Latina, un escenario que, aseguró, el canciller Lavrov comprende claramente.
Las declaraciones de Arria coinciden con una llamada telefónica entre el canciller venezolano Yván Gil Pinto y su homólogo ruso, en la que Moscú ratificó su respaldo al gobierno de Maduro frente al bloqueo anunciado por el presidente estadounidense Donald Trump. Por su parte, la Cancillería rusa advirtió que el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe representa una amenaza para la seguridad regional y el transporte marítimo internacional.











