La Misión de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (MOE/OEA) validó los resultados de las elecciones presidenciales emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Honduras, a pesar de las denuncias de irregularidades por parte de algunos actores políticos.
En un comunicado, la MOE/OEA afirmó que los datos declarados por el CNE reflejan "la voluntad" ciudadana y que no se identificaron "elementos fraudulentos determinantes" en el proceso electoral. Sin embargo, la misión reconoció que el contexto de "extrema polarización y complejidad" afectó el trabajo de las autoridades electorales e incluso la seguridad personal de los funcionarios.
Según los datos oficiales del CNE, el conservador Nasry 'Tito' Asfura del Partido Nacional fue proclamado como presidente electo, obteniendo el 40,26% de los votos. En segundo lugar quedó Salvador Nasralla del Partido Liberal, con el 39,54%, mientras que Rixi Moncada de Libre alcanzó el 19,19% de los sufragios.
Si bien algunos actores políticos han manifestado su desacuerdo con los resultados, la MOE/OEA pidió que los procedimientos pendientes se resuelvan por medios legales y reafirmó que no identificó "elementos fraudulentos determinantes" en el proceso.
La misión de observación también señaló que, aunque hubo demoras en la gestión del material electoral y problemas con las soluciones tecnológicas, estas deficiencias no comprometieron la integridad del proceso. No obstante, la desinformación generó incertidumbre en la población, agravada por la falta de comunicación del CNE.
Finalmente, el informe de la OEA documentó "actos violentos" en el Centro Logístico Electoral (CLE) y el Instituto Nacional de Formación Profesional (INFOP), lo que obligó a la organización a retirar temporalmente a sus observadores en tres ocasiones.
