En una trágica escena que marcó las celebraciones navideñas, un niño de 7 años sufrió una grave lesión ocular después de haber manipulado un rifle de aire comprimido en su vivienda de la localidad de Guaraní, en la provincia de Misiones.
El accidente ocurrió durante la tarde del 24 de diciembre, cuando el menor se encontraba en su casa. Luego de que se alertara a los servicios de emergencia, las autoridades policiales informaron que en el lugar se secuestró el rifle calibre 5,5 milímetros y un estuche con 21 balines, como parte de las tareas para esclarecer lo sucedido.
El niño herido fue trasladado de urgencia al Hospital Samic, en la localidad de Oberá, donde recibió una atención inicial. Sin embargo, debido a la gravedad de la lesión, se determinó que necesitaba prácticas médicas más complejas, por lo que fue derivado a un centro de salud de mayor complejidad en Posadas, donde permanece bajo estudio y tratamiento. Hasta el momento, no se han dado a conocer detalles sobre su estado de salud actual.
Lamentablemente, este no es un hecho aislado. Hace apenas dos meses, una situación similar involucró a otra menor de edad y la manipulación de armas. En ese caso, una adolescente de 13 años resultó gravemente herida en la cabeza mientras manipulaba un arma de fuego en una vivienda de Villa Boedo, en Córdoba.
Estos trágicos incidentes ponen de manifiesto la urgente necesidad de reforzar las medidas de seguridad y concientización sobre el peligro que representa la manipulación de armas, incluso de aire comprimido, por parte de menores de edad. Las autoridades han abierto investigaciones para determinar cómo ocurrieron estos accidentes y si existió la intervención de terceros.
Mientras tanto, las familias afectadas continúan a la espera de noticias sobre la evolución de los menores heridos y de las definiciones judiciales que puedan surgir de estas investigaciones. La conmoción y el dolor se han extendido en las comunidades, donde se clama por una mayor protección y educación en torno a este tipo de situaciones.
