El final del año en Brasil se ha visto marcado por altas temperaturas en diversas regiones del país, debido a un bloqueo atmosférico que se ha establecido sobre parte del territorio. Esta situación dificulta la actuación de los sistemas meteorológicos y favorece la persistencia del calor a lo largo de los días, principalmente en el Sudeste.
Según la Defensa Civil del estado de S o Paulo, varias ciudades han registrado temperaturas al menos 5 C por encima de la media para esta época del año, además de madrugadas y mañanas bastante sofocantes. Esta condición climática también ha afectado a las ciudades de S o Paulo y Río de Janeiro, que registraron récords el jueves 25 de diciembre, en plena Navidad.
El Instituto Nacional de Meteorología (Inmet) emitió una alerta de peligro por ola de calor sobre varias regiones el martes 23. La advertencia naranja sigue vigente al menos hasta este viernes 26 para los estados de S o Paulo, Río de Janeiro, y partes de Espírito Santo, Goiás, Minas Gerais, Mato Grosso do Sul, Paraná y Santa Catarina.
Según un mapa de la Defensa Civil de S o Paulo, la condición de calor intenso se mantendrá al menos hasta el domingo 28. El aire cálido y húmedo que sigue actuando sobre la región Centro-Oeste y Sudeste del país trae días soleados, con termómetros muy por encima de la media, de acuerdo con el Centro de Gestión de Emergencias Climáticas (CGE).
Con 35,9 C, la capital paulista tuvo el jueves 25 el día más caluroso del año y batió un récord en diciembre. Río de Janeiro también registró una temperatura máxima histórica, con 40,1 C.
Esta ola de calor extremo en pleno verano brasileño evidencia los desafíos que enfrentan las autoridades y la población ante los efectos del cambio climático, que se manifiestan cada vez con mayor intensidad. Expertos alertan sobre la necesidad de adoptar medidas urgentes para mitigar y adaptarse a estos fenómenos climáticos extremos, que pueden tener graves impactos en la salud, la economía y el bienestar de los ciudadanos.
