La trágica desaparición de Sudiksha Konanki, una joven estudiante india de 20 años residente en Estados Unidos, ha conmocionado a la opinión pública y generado un intenso debate sobre la seguridad turística en República Dominicana.
Sudiksha, quien cursaba el tercer año de premedicina en la Universidad de Pittsburgh, se encontraba de vacaciones en Punta Cana el 6 de marzo de 2025 cuando desapareció misteriosamente de la playa del Hotel Riu República. Las autoridades dominicanas han realizado amplios operativos de búsqueda por aire, mar y tierra, pero hasta el momento no han encontrado rastro alguno de la joven.
Según las investigaciones, Sudiksha fue vista por última vez en la madrugada del 6 de marzo, cuando ingresó a la playa junto a un grupo de jóvenes tras un corte de energía en el hotel. Posteriormente, se quedó a solas con un estudiante estadounidense identificado como Joshua Riibe. Este último declaró que ambos fueron arrastrados por una ola fuerte, y que logró regresar a la orilla, pero que perdió de vista a Sudiksha.
Tras la desaparición, los padres de Sudiksha, originarios de India pero residentes en Estados Unidos, solicitaron formalmente a las autoridades dominicanas que la declararan fallecida, creyendo que el mar se la había tragado. Sin embargo, las leyes de República Dominicana estipulan que una persona debe estar desaparecida al menos cuatro años para ser declarada legalmente muerta, por lo que el caso sigue abierto como una desaparición.
La desaparición de Sudiksha ha generado una ola de conmoción y preocupación, tanto en Estados Unidos como en India, donde la joven era vista como una brillante estudiante con un futuro prometedor. Organizaciones de derechos humanos y grupos de defensa de los turistas han exigido a las autoridades dominicanas que intensifiquen los esfuerzos de búsqueda y que mejoren la seguridad en las playas y zonas turísticas del país.
El caso ha puesto en evidencia la necesidad de reforzar los protocolos de seguridad y de respuesta ante emergencias en los destinos turísticos, con el fin de garantizar la integridad y el bienestar de los visitantes. Asimismo, ha generado un debate sobre la importancia de la prevención y la preparación ante posibles incidentes, así como la necesidad de una mayor colaboración entre las autoridades locales y los operadores turísticos.
Mientras tanto, la familia de Sudiksha Konanki continúa a la espera de respuestas y de que se esclarezca el misterio que rodea la desaparición de su ser querido. La comunidad internacional sigue de cerca este caso, en el que se mezclan la tragedia personal, la seguridad turística y la necesidad de justicia.
