El usuario del transporte público ha sido relegado en la toma de decisiones sobre este servicio esencial, según denunció Edgar Guerra, un activista que defiende los derechos de los pasajeros. En muchos casos, las autoridades, transportistas y conductores han perdido de vista que el sistema de transporte colectivo existe para servir a las personas y no únicamente como un negocio.
Guerra lamentó que, con frecuencia, las necesidades y reclamos de los usuarios quedan en segundo plano, mientras que los intereses económicos y la comodidad de los operadores predominan. "El usuario ha sido olvidado, cuando en realidad debería ser el centro de atención y el motor que impulsa las mejoras en el sistema", afirmó.
Uno de los principales problemas que enfrentan los usuarios del transporte público es la falta de dignidad con la que son tratados. Desde conductores groseros y vehículos en malas condiciones, hasta la indiferencia de las autoridades ante los reclamos, son situaciones que los pasajeros denuncian a diario.
"Muchas veces nos sentimos como ciudadanos de segunda clase, cuando deberíamos ser tratados con el mismo respeto y consideración que merecen quienes utilizan otros medios de transporte", señaló Guerra. Agregó que es fundamental que se reconozcan los derechos de los usuarios y se implementen mecanismos efectivos para garantizarlos.
Entre las principales demandas de los usuarios se encuentran: vehículos seguros y cómodos, conductores capacitados y respetuosos, horarios y frecuencias adecuadas, y una atención eficiente ante quejas y reclamos. Asimismo, reclaman mayor participación en la toma de decisiones sobre el sistema de transporte público.
"No podemos seguir aceptando que el transporte colectivo sea un servicio de segunda. Somos ciudadanos que merecemos ser escuchados y que nuestras necesidades se conviertan en prioridad", concluyó Guerra.
