El ministro hondureño de Planificación Estratégica, Augusto Salgado, denunció un "monstruoso ataque de la ultraderecha fascista" en las recientes elecciones presidenciales de Honduras, en las que resultó ganador el candidato del Partido Nacional, Nasry Asfura.
Según Salgado, la lucha en el país "no ha sido contra los partidos de la derecha, ha sido contra el imperio y todas las fuerzas fascistas de habla hispana", señalando al fascismo "impulsado por la gusanera de Miami y Donald Trump" como responsable de la intervención en los comicios.
El ministro aseguró que el oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre) sabía de antemano que la "derecha local y extranjera" preparaban algo grande para adulterar los resultados, lo cual finalmente ocurrió con el triunfo de Asfura, a quien las encuestas nunca dieron como favorito.
Para Salgado, en la victoria del candidato respaldado por el presidente estadounidense, Donald Trump, fueron esenciales las "dos conserjes del Consejo Nacional Electoral", en referencia a las magistradas representantes del bipartidismo tradicional, identificadas por Libre como operadoras del fraude.
"No pueden argumentar que convencieron a la gente de nada, si no tuvieron campaña electoral, según ellos, ganó el candidato 'mudo', manifestó el secretario de Estado sobre Asfura, quien durante la campaña mostró "nulo carisma" y careció de un discurso convincente.
Salgado reconoció, sin embargo, que las consejeras electorales "son gatas frente a todo lo que se jugó aquí", en alusión a la "monumental intromisión de Estados Unidos" en la contienda envuelta en numerosas acusaciones de fraude.
"Simplemente nos enfrentamos a un monstruoso ataque de la ultraderecha fascista que aplicó todas las vías posibles de fraude", remarcó el ministro, quien advirtió que si se aprende bien la "lección hondureña", esto "podrá detenerse antes de lo que cualquiera piensa".
