En plena temporada navideña, los sectores afiliados a la Central Obrera Boliviana (COB) en Bolivia han anunciado la radicalización de sus medidas de protesta en rechazo al Decreto Supremo 5503 emitido por el gobierno. Tras un ampliado nacional de emergencia, los dirigentes sindicales advirtieron que intensificarán las movilizaciones, incluyendo posibles huelgas de hambre y ampliados de emergencia.
El dirigente de los fabriles de La Paz, Américo Flores, informó que la decisión fue tomada luego de una reunión del ejecutivo nacional de la COB. "Ha sido claro nuestro ejecutivo nacional, vamos a radicalizar las medidas, vamos a seguir en las marchas, vamos a sumarnos en los diferentes puntos neurálgicos a nivel nacional, conjuntamente con los campesinos", declaró.
Asimismo, Flores advirtió que las acciones podrían escalar aún más. "Si tenemos que entrar en huelgas de hambre todos los sectores lo vamos a hacer a nivel nacional (...) estamos en la obligación de llamar a ampliados de emergencia y asambleas de emergencia para socializar este decreto maldito", sostuvo.
Por su parte, un dirigente del sindicato mixto de trabajadores mineros de Zayaquira ratificó la continuidad de las protestas, pese a las fiestas de fin de año. "Estamos en el cuarto día de movilización, no vamos a tener una Navidad, pero estamos peleando por las futuras navidades que vienen para nuestros hijos", afirmó. El dirigente minero convocó a la población a sumarse a las marchas, argumentando que la medida busca defender los recursos naturales y la Constitución Política del Estado.
El secretario ejecutivo de la COB, Mario Argollo, confirmó que las bases mantendrán el paro indefinido movilizado, instalado desde el lunes. "Continuaremos con nuestras acciones hasta lograr que se abrogue el Decreto Supremo 5503", señaló y recordó que la dirigencia decidió por unanimidad no celebrar la Navidad.
Las protestas en Bolivia se han intensificado en las últimas semanas debido al rechazo al Decreto Supremo 5503, que según los sindicatos y organizaciones sociales, atenta contra los recursos naturales y la Constitución Política del Estado. Ante la negativa del gobierno a derogar la medida, los trabajadores han optado por radicalizar sus acciones, lo que podría generar un escenario de mayor confrontación en los próximos días.










