Después de años de un sonado y mediático lío judicial, los compradores de los apartamentos del proyecto de los hermanos Jorge, Poncho y Carlos Mattos Barrero pudieron disfrutar de sus nuevos hogares durante las pasadas fiestas de Navidad.
La disputa, que se extendió por cerca de seis años, involucró a siete empresarios y empleados de la constructora de los Mattos, quienes fueron citados a audiencias de imputación por parte de la Fiscalía General de la Nación. Entre los afectados se encontraban miembros de la élite judicial, profesional y económica de Colombia, incluyendo a varios expresidentes de las cortes y jóvenes de la familia del expresidente Juan Manuel Santos.
Según la investigación de Las Dos Orillas, los Mattos tuvieron que devolver los estacionamientos que habían sido sustraídos mediante una controvertida modificación de las licencias de construcción inicial, en la que se pasaron zonas comunes de uso común a zonas comunes de uso exclusivo de los apartamentos de los desarrolladores. Algunas de estas maniobras incluso afectaron la estructura del edificio, poniendo en riesgo la estabilidad de la obra y afectando la comercialización de los apartamentos.
Para resolver el conflicto, los constructores tuvieron que desembolsar más de dos millones de dólares para pagar las cuentas de administración que habían dejado de cubrir, así como otros costosos emolumentos, honorarios de abogados y la devolución de todo a los propietarios, quienes tuvieron que adelantar las adecuaciones necesarias.
Finalmente, con la intervención de los abogados de los Mattos, se llegó a acuerdos económicos y de devolución de los espacios sustraídos, lo que permitió que los compradores pudieran disfrutar de sus nuevos apartamentos durante las fiestas de Navidad. Ahora, los encopetados copropietarios se encuentran diseñando y contratando las obras de terminados para dejar atrás este escándalo.
