Un efectivo policial fue arrestado en el penal de Palmasola, Bolivia, luego de que se encontrara en su escritorio la suma de 4.000 bolivianos, dinero que presuntamente cobraba de manera irregular a las personas que acudían a visitar a sus familiares privados de libertad.
Según informó el inspector general de la Policía, coronel Gunther Agudo, el suboficial a cargo de la puerta principal del recinto penitenciario habría aprovechado su función para realizar cobros indebidos a los visitantes, tal como lo denunciaron los propios afectados.
Durante el operativo realizado en la cárcel, el dinero fue hallado en una de las gavetas del escritorio del efectivo y posteriormente remitido a los investigadores. Aún se desconoce cuánto cobraba a cada persona que ingresaba al penal.
Tras la toma de declaraciones a los visitantes perjudicados, el uniformado fue apartado de su cargo en Palmasola y trasladado a otro destino, mientras continúan las investigaciones a cargo de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) y el Ministerio Público.
El inspector general de la Policía advirtió a la población que el ingreso a los recintos carcelarios no requiere el pago de ningún monto de dinero y exhortó a denunciar cualquier cobro irregular. "Los cobros están prohibidos en todos los recintos carcelarios del país. Nadie debe entregar dinero ni dádivas a servidores policiales", enfatizó.
Este caso pone de manifiesto la necesidad de fortalecer los controles y la transparencia en el sistema penitenciario boliviano, a fin de erradicar prácticas de corrupción que afectan los derechos de los familiares de las personas privadas de libertad.












