La ciudad de Cochabamba, Bolivia, ha dado un paso importante en la gestión de sus residuos sólidos. El Concejo Municipal aprobó el 17 de diciembre la firma de un contrato entre la Alcaldía y la Asociación Accidental Complejo Industrial del Valle (CINVA) para el manejo de la basura de la ciudad por un período de 25 años.
El alcalde Manfred Reyes Villa informó que el contrato, por un monto mayor a los 1.300 millones de bolivianos, ya se ha firmado y que CINVA ha comenzado a operar en el relleno sanitario de K'ara K'ara desde la semana pasada.
Según el director de Comunicación e Imagen Corporativa, Juan José Ayaviri, se cumplió con un cronograma establecido, a pesar de que hubo una impugnación que obligó a modificarlo. "Se ha reportado al Sicoes (Sistema de Contrataciones Estatales), como corresponde. Se ha notificado a la empresa, se ha notificado a los que estaban terciando por esta licitación", detalló Ayaviri.
El documento del contrato fue remitido al Concejo Municipal, que aprobó la firma y elevó un informe recomendando su suscripción. De esta manera, Cochabamba ha asegurado la gestión de sus residuos sólidos por los próximos 25 años a través de este acuerdo millonario con la empresa CINVA.
La firma de este contrato llega en un momento crucial para la ciudad, que ha enfrentado desafíos importantes en el manejo de la basura en los últimos años. La decisión de la Alcaldía y el Concejo Municipal de optar por un socio privado a largo plazo busca garantizar una solución sostenible y eficiente para este problema.
Expertos en el sector destacan que el contrato de 25 años es un período lo suficientemente largo como para que la empresa pueda realizar las inversiones necesarias y lograr una operación estable y de calidad. Sin embargo, también advierten sobre la importancia de mantener una supervisión y control rigurosos por parte de las autoridades municipales para asegurar el cumplimiento de los términos del acuerdo.
La población de Cochabamba espera que este nuevo contrato marque un antes y un después en la gestión de los residuos sólidos de la ciudad, y que se traduzca en una mejora sustancial en la recolección, transporte y disposición final de la basura. El desafío ahora será garantizar una implementación exitosa del acuerdo y que los beneficios se vean reflejados en las calles y en la calidad de vida de los habitantes.











