Las autoridades chinas han acusado a Estados Unidos de distorsionar su política defensiva con el objetivo de impedir una mejora de los lazos entre China e India, tras las tensiones fronterizas entre ambos países durante los últimos años.
El portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lin Jian, ha subrayado que la situación actual en la frontera entre China e India es "estable, en líneas generales", y que "los canales de comunicación entre ambas partes funcionan bien". Sin embargo, ha recalcado que Pekín "se opone a comentarios injustificados sobre este tema por parte de cualquier país", después de que el Pentágono indicara que China "probablemente busca aprovechar la disminución de las tensiones (fronterizas) para estabilizar las relaciones bilaterales y evitar una profundización de los lazos entre Estados Unidos e India".
Las tensiones entre China e India giran en torno al territorio montañoso del norte de la región de Cachemira, además de unos 60.000 kilómetros cuadrados en el estado indio de Arunachal Pradesh (noreste), que China considera parte del Tíbet. La Línea de Control Actual (LAC), que sustituye la frontera entre los dos países en esa región, pasa por Ladaj. India, por su parte, reclama el territorio de Aksai Chin, controlado por Pekín.
Según el texto, los gobiernos de India y China acordaron en octubre "mantener la paz y la estabilidad" en la frontera a pesar de las disputas entre las partes y adherirse al pacto alcanzado hace un año y que establece las actividades de patrullaje en la zona del valle del río Galwan para evitar escaramuzas y confrontaciones.
China ha acusado a Estados Unidos de distorsionar su política defensiva con el objetivo de entorpecer una mejora de las relaciones entre Pekín y Nueva Delhi. El portavoz del Ministerio de Exteriores chino ha subrayado que la situación en la frontera es "estable" y que los canales de comunicación funcionan bien, pero ha criticado los "comentarios injustificados" del Pentágono sobre las supuestas intenciones de China.
Las tensiones fronterizas entre China e India se remontan a disputas territoriales históricas en la región de Cachemira y Arunachal Pradesh. Ambos países han acordado mantener la paz y la estabilidad en la zona, pero la injerencia de Estados Unidos, según Pekín, busca evitar un acercamiento entre China e India que podría afectar los intereses estadounidenses en la región.
