La biología sintética, una disciplina emergente, promete revolucionar la forma en que abordamos las enfermedades. En lugar de depender de fármacos externos, esta ciencia propone reescribir el código genético de las células para restaurar funciones perdidas o incluso otorgarles nuevas capacidades.
María José Durán, la primera costarricense en cursar un doctorado en Bioingeniería en el MIT, explica cómo este enfoque puede transformar el tratamiento de enfermedades como el cáncer y las afecciones autoinmunes.
Las células humanas, que conforman nuestros órganos y tejidos, son en esencia máquinas lectoras de información genética. Si logramos proporcionar a estas células nuevas instrucciones en el "idioma" que entienden (el ADN), podremos enseñarles a detectar y combatir enfermedades de manera más efectiva y específica.
Un ejemplo de esto son las terapias CAR-T, aprobadas desde 2017, que toman células inmunes del paciente, les instalan "antenas" para reconocer características del cáncer y luego las reinyectan. Estas células reprogramadas se convierten en cazadores que patrullan el cuerpo y destruyen las células cancerígenas.
Durán señala que la pregunta clave ya no es si esto es posible, sino qué haremos con este conocimiento. ¿Podremos convencer a las células cancerígenas de detener su crecimiento descontrolado? ¿Evitar que las células inmunes ataquen a un órgano trasplantado? ¿Ordenar a las células cardíacas que reparen tejidos dañados después de un infarto?
Detrás de cada una de estas preguntas, hay una enfermedad que podría ser curada. Y todo comienza cuando alguien se atreve a preguntar: "¿Y si pudiéramos?".
