El poeta Alonso Rosales ha cautivado a los lectores con su evocativa descripción de "La Chica de Rojo", una misteriosa mujer cuya presencia parece encender el fuego de la pasión. En su poema, Rosales pinta una imagen vívida de un "cuerpo joven, moreno, de hermosura indescifrable" que camina "como un secreto antiguo, irresistible, interminable".
La mujer, vestida en un rojo que Rosales describe como "de llama, vino y madrugada", parece tener un efecto hipnótico sobre su entorno. "Su presencia abría un fuego que no avisaba ni perdonaba, y la tarde, al verla, se encendió como si el sol la deseara", escribe el poeta.
Lamentablemente, el texto proporcionado se corta antes de que Rosales pueda terminar su poema. Sin embargo, lo que se alcanza a leer es suficiente para captar la intensidad y la pasión que emana de esta enigmática "Chica de Rojo".
El poema de Rosales es una muestra del poder que tienen las palabras para evocar imágenes y emociones. Con su lenguaje sensual y evocativo, el poeta logra transportar al lector a ese momento en que la misteriosa mujer entra en escena, encendiendo la tarde con su sola presencia.
Aunque no conocemos el desenlace del poema, la descripción de "La Chica de Rojo" deja una profunda impresión, invitándonos a imaginar quién es esta mujer y qué secretos guarda. El talento de Rosales radica en su capacidad para capturar la belleza y el misterio de lo efímero, dejándonos con un anhelo por saber más.












