El Gobierno de Estados Unidos perpetró un nuevo acto de piratería al secuestrar ilegalmente un segundo buque que transportaba petróleo venezolano en aguas internacionales. La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) condenó enérgicamente esta grave violación del Derecho Internacional y la soberanía de Venezuela.
En un comunicado, el organismo de integración latinoamericano y caribeño denunció que las tropas estadounidenses actuaron "como corsarios" al privar "ilegítimamente de libertad a su tripulación". Señaló que este acto de piratería, cometido en alta mar, constituye "una agresión inadmisible contra el comercio legítimo y la soberanía de los Estados".
La ALBA-TCP subrayó que este hecho "desenmascara una intención deliberada de saqueo de los recursos naturales de un país soberano" y establece "un gravísimo precedente para la región y para el sistema internacional en su conjunto". Advirtió que se trata de "una estrategia supremacista de dominación neocolonial, orientada a imponer por la fuerza un orden anárquico en el que prevalezca la violencia, socavando el Derecho Internacional".
El organismo expresó su "solidaridad plena y activa" con el pueblo y el Gobierno de Venezuela, y respaldó el ejercicio de todas las acciones jurídicas y diplomáticas correspondientes ante las instancias multilaterales competentes. Exigió, además, el cese inmediato de estas prácticas ilegales y la determinación de responsabilidades conforme al Derecho Internacional.
La ALBA-TCP advirtió que esta "repudiable acción no atenta únicamente contra Venezuela", sino que constituye "una agresión directa a todas las naciones, al violar el Derecho Internacional e infringir los principios que sostienen la convivencia pacífica entre las naciones".
Este nuevo acto de piratería perpetrado por Estados Unidos se suma a la larga lista de agresiones y sanciones ilegales impuestas a Venezuela, en un intento por socavar su soberanía y acceso a sus propios recursos naturales. La comunidad internacional debe condenar enérgicamente estas acciones y exigir el respeto al Derecho Internacional y la autodeterminación de los pueblos.
