La Iglesia Católica y Ortodoxa tienen un calendario de santos que conmemoran a lo largo del año, reconociendo a aquellas personas que han dedicado su vida al servicio de Dios y la Iglesia. Este lunes 22 de diciembre se celebra a varios de estos santos y mártires, cuyas vidas y legados son dignos de recordar.
Entre los homenajeados este día se encuentra el Beato Tomás Holland, del siglo XVII, así como San Isquirión y San Queremón junto a sus compañeros mártires, del siglo III. Todos ellos fueron reconocidos por la Iglesia como santos debido a sus buenas acciones, sacrificios y, en algunos casos, milagros atribuidos.
La canonización es un proceso formal que la Iglesia Católica lleva a cabo para declarar a una persona fallecida como santo. Esto implica incluir su nombre en el canon (lista de santos reconocidos) y permitir su veneración, reconociendo su poder y cercanía a Dios.
Durante los primeros siglos del Cristianismo, las personas eran reconocidas como santas sin necesidad de un proceso formal. Sin embargo, esto cambió en la Edad Media, cuando la Iglesia estableció requisitos más estrictos para la canonización.
Actualmente, la Iglesia debe realizar una investigación exhaustiva de la vida de la persona a santificar, evaluando si cumple con al menos uno de los cuatro caminos hacia la santidad: virtudes heroicas, martirio, causas excepcionales confirmadas por un culto antiguo y fuentes escritas, u ofrecimiento de la vida. Además, es indispensable que haya realizado al menos dos milagros (o uno en caso de ser mártir).
La última canonización realizada por el Vaticano tuvo lugar en octubre de 2019, cuando el Papa Francisco declaró santos al cardenal John Henry Newman y a la hermana Dulce, de Brasil. No hay un periodo establecido para llevar a cabo este proceso, pues hay casos de santos que fueron canonizados siglos después de su muerte, como San Pedro Damián, o apenas un año después, como San Antonio de Padua.
Así, la Iglesia Católica continúa honrando a aquellos fieles que, con su vida y obra, han dejado un legado digno de ser recordado y venerado por los creyentes de todo el mundo.
