Los Van Van, la legendaria orquesta cubana, regresará este domingo al emblemático Teatro Karl Marx de La Habana para ofrecer un concierto que ya es historia. Las 5 mil localidades del recinto se agotaron en apenas 6 horas, demostrando la vigencia y el fervor que sigue despertando esta agrupación a más de 55 años de su fundación.
El concierto servirá como cierre del Bis Music Fest y coincidirá con varios aniversarios significativos: los 56 años de Los Van Van, cumplidos el pasado 4 de diciembre; el 32 aniversario de la disquera Bis Music, que se celebra el 22 de diciembre; y los 50 años del Teatro Karl Marx, que cumple el mismo día del show.
Pero el motivo central de la noche será la presentación del nuevo disco de la agrupación, titulado "Virus", que dialoga de manera inevitable con el complejo contexto epidemiológico que atraviesa Cuba, aunque remite directamente al tema "Eso que anda", donde se diagnostica "esa fiebre por bailar con Los Van Van" y la orquesta se define a sí misma como "portadora del virus de la alegría".
"Yo creo que solo a partir del nombre va a haber una atención, pero cuando lo escuchen se van a quedar como digo yo enganchados", afirma Samuel Formell, director de la orquesta e hijo del fallecido Juan Formell, creador de Los Van Van.
El álbum no incluye temas inéditos, sino que reúne ocho canciones antológicas de las más de cinco décadas de trayectoria del grupo que, sin embargo, no habían sido interpretadas hasta ahora por los cantantes actuales de la agrupación. Todas llegan, por supuesto, con nuevos arreglos.
"Vamos a tratar de complacer a los más viejos, que queden satisfechos con esas versiones, pero lo que más nos interesa es esta generación de hoy: entregarle esas canciones que fueron hits de Van Van y que ahora pueden volver a serlo, incluso con mayor alcance", explica Formell.
Virus no incluye invitados: es un encuentro pleno con la formación actual de la orquesta, que si bien ya no cuenta con ninguno de sus fundadores en escena, conserva músicos que convivieron con la era de Juan Formell y suman nuevas figuras que han aportado al sonido vanvanero.
"Cuando empezamos a concebir el disco, todos comenzaron a aportar. El Chino tiene una experiencia impresionante, tanto en grabación como en la música cubana; para mí, es uno de los mejores bajistas en la historia de Van Van. Y Maykel, además de ser un gran arreglista, es el único que estuvo al lado de Pupy como pianista, que conoció su intención al tocar", destaca Formell sobre la experiencia de sumar nuevas miradas y talentos a un tren en marcha desde hace más de medio siglo.
A más de medio siglo de su fundación, Los Van Van demuestran que se mueven entre la responsabilidad de sostener un legado reconocido y la necesidad de reafirmar su vitalidad creativa. Y el público habanero, que llenará el Teatro Karl Marx este domingo, es la mejor prueba de que ser vanvanero fue, es y promete seguir siendo un sentimiento de nación.
