La Fórmula 1 enfrenta una nueva crisis antes del inicio de la temporada 2026. Según informó el diario francés L'Equipe, varios equipos han denunciado que Mercedes y Red Bull estarían explotando "zonas grises" del reglamento de motores para obtener una ventaja importante en potencia.
Esto ha generado un gran malestar entre los rivales, quienes temen que la supuesta ventaja de las dos escuderías pueda "reventar cualquier oportunidad de igualdad" en el nuevo ciclo normativo. Tanto Ferrari, como Honda (Aston Martin) y Audi han exigido explicaciones a la FIA, la cual ha convocado una reunión extraordinaria para el próximo lunes.
En dicha reunión, se analizará si las modificaciones realizadas por Mercedes y Red Bull en sus unidades de potencia son consideradas legales o ilegales. De ser juzgadas como ilegales, los demás equipos podrían demandar al panel de comisarios para que se revise la situación y se determine que esos motores no cumplen con el reglamento.
La tensión es tal, que el diario francés señala que el asunto podría extenderse hasta el Gran Premio de Australia, la primera carrera de la temporada 2026. Esto representa un gran riesgo para la imagen de la Fórmula 1, que busca iniciar la nueva era con una mayor paridad entre los equipos.
Adrian Newey, el reconocido director técnico de Red Bull, ya había advertido hace meses que el nuevo reglamento de motores podría convertirse en el principal foco de atención. El experto relacionó esto con la era híbrida anterior, donde Mercedes dominó de manera abrumadora.
Si la FIA determina que Mercedes y Red Bull están actuando dentro de la legalidad, eso sin duda generará más malestar entre los equipos rivales. Por el contrario, si se considera que hay una infracción, la Fórmula 1 tendrá que lidiar con un nuevo escándalo que podría empañar el inicio de la nueva era.










