El Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, ha rechazado enérgicamente la reciente designación del gobierno de Donald Trump que califica a Venezuela como "organización terrorista extranjera". Rodríguez Parrilla calificó esta medida como "un nuevo acto arbitrario, fraudulento, unilateral y políticamente motivado".
La decisión de Trump fue anunciada a través de sus redes sociales, donde además ordenó un bloqueo "de todos los petroleros autorizados que entran y salen" de Venezuela, exigiendo la devolución ilegítima de "todo el petróleo, las tierras y otros activos que nos robaron". El mandatario estadounidense aseguró que "Venezuela está completamente rodeada por la armada más grande jamás reunida en la historia de Sudamérica" y acusó al "régimen ilegítimo de Maduro" de financiar "narcoterrorismo, trata de personas, asesinato y secuestro" con recursos de yacimientos petroleros.
En respuesta, el canciller cubano cuestionó la legitimidad moral de Estados Unidos para emitir tales acusaciones: "¿Qué moral tiene el gobierno de EEUU para estas designaciones, cuando protege y financia organizaciones terroristas en su territorio, se niega a colaborar con países vecinos como Cuba en materia de terrorismo y habla abiertamente de acciones encubiertas y sabotajes de la CIA contra infraestructuras venezolanas?".
Rodríguez Parrilla señaló que estas acciones solo buscan aislar internacionalmente a la Revolución Bolivariana, incrementar la presión sobre Caracas y "escalar en una agresión con impredecibles consecuencias para la paz, la seguridad y la estabilidad de América Latina y el Caribe".
"Toda nuestra solidaridad y apoyo al pueblo y Gobierno venezolanos frente a esta infame barbarie", concluyó el canciller cubano. La postura firme de Cuba frente a las declaraciones de Trump sitúan una vez más a la Isla en contra de la injerencia estadounidense en los asuntos latinoamericanos y el irrespeto de Estados Unidos a la proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada en La Habana en 2014.
