A menos de un año del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, recordó algunos de los resultados de esa administración relacionados con el combate del narcotráfico en el hemisferio occidental.
Rubio indicó que la amenaza "más grave" para su país proviene de grupos criminales terroristas transnacionales, centrados principalmente en el narcotráfico, pero también en actividades delictivas conexas. El funcionario estadounidense reconoció la cooperación de varios países latinoamericanos en esta lucha, destacando a México como el que ha mostrado el mayor nivel de colaboración en su historia.
Además, Rubio mencionó que países como Guatemala, Costa Rica y Panamá cooperan abiertamente con Estados Unidos en la búsqueda de la estabilidad regional. La cooperación se extiende también a la cuenca del Caribe, con países como Trinidad y Tobago, Guyana, Jamaica y República Dominicana, e incluso Colombia, a pesar de las particularidades del gobierno de Gustavo Petro.
Sin embargo, el secretario de Estado señaló que el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela no coopera en la lucha contra el narcotráfico, ya que permite que grupos terroristas y organizaciones narcotraficantes operen libremente en su territorio. Rubio reconoció que durante este año lograron que más gobiernos del hemisferio, como Bolivia y Chile, estén dispuestos a cooperar, mientras que se consolidaron amistades con Argentina y Paraguay, y se dio la reelección del presidente de Ecuador, Daniel Novoa.
En su discurso, Rubio resaltó que la implementación de las políticas de la administración Trump ha sido clave para fortalecer la cooperación regional en la lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada transnacional, lo que representa un avance significativo en la seguridad del hemisferio occidental.












